Sedosos cabellos caoba. Fulgurante ojos color miel. Una sonrisa angelical (anque le falta un diente en homenaje a Alfredo De Angeli)) que, al mismo tiempo puede destrozar cualquier barrera femenina. Definitivamente, Chester "Corazón" Tolengo no es un chico más. A pesar de sus 18 años, fascina a mujeres maduras y a chicas jóvenes con la misma facilidad. No es sólo una cara bonita y un cuerpo atlético. Chester tiene un talento abrumador y una personalidad entre inocente y peligrosa que lo convierte en una maquina letal de seducción.
Hace honor a su fama de romántico:
"Mi cita ideal sería en la playa. No hay marco más perfecto que Punta Lara. La naturaleza se encarga de todo (se ríe). Le mandaría un "radio", la pasaría a buscar y alquilaría una de Van Damme. La ropa tienea que ser "elegante sport", trajecito desiré, o algo por el estilo. Es imprecindible llegar para ver el atardecer juntos, sentados sobre la arena. El sol escondiéndose en el horizonte y bañado con una suave luz de tonos rojos y púrpuras. El momento es mágico y las palabras dulces brotan por sí solas.
Le perguntaría sobre ella. Cuales son sus anhelos y sus sueños. Daría todo lo mejor de mí para que en sus labios siempre haya una sonrisa.
Luego la invitaría a caminar descalzos por la orilla, charlando sobre nuestras cosas particuliares, tratando de conocernos mejor, con la suave brisa de la noche acariciándonos y el rumor de las olas como fondo. Miraríamos el cielo plagado de estrellas, la tomaría de la mano y le susurraría estrofas dulces al oído. Con voz muy suave, para que la brisa, las olas y mi voz se fundan en una sola cosa capaz de llegarle al corazón."
Hace honor a su fama de romántico:
"Mi cita ideal sería en la playa. No hay marco más perfecto que Punta Lara. La naturaleza se encarga de todo (se ríe). Le mandaría un "radio", la pasaría a buscar y alquilaría una de Van Damme. La ropa tienea que ser "elegante sport", trajecito desiré, o algo por el estilo. Es imprecindible llegar para ver el atardecer juntos, sentados sobre la arena. El sol escondiéndose en el horizonte y bañado con una suave luz de tonos rojos y púrpuras. El momento es mágico y las palabras dulces brotan por sí solas.
Le perguntaría sobre ella. Cuales son sus anhelos y sus sueños. Daría todo lo mejor de mí para que en sus labios siempre haya una sonrisa.
Luego la invitaría a caminar descalzos por la orilla, charlando sobre nuestras cosas particuliares, tratando de conocernos mejor, con la suave brisa de la noche acariciándonos y el rumor de las olas como fondo. Miraríamos el cielo plagado de estrellas, la tomaría de la mano y le susurraría estrofas dulces al oído. Con voz muy suave, para que la brisa, las olas y mi voz se fundan en una sola cosa capaz de llegarle al corazón."
1 comentario:
Oh, cómo olvidarla??? Cómo?? Ya quisieras tú haber sido la niña que acompañó a tremendo cantor. Recuerdo que gané el concurso: "La cita con Corazón Tolengo", ese que la revista Chicas publicaba. Eran las 4 de la tarde y pasó él, con su Gilerita. No podía creerlo: Yo, una muchacha virginal frente al experimentado hombre (Sandra Smith, Gladys La Bomba Tucumana, Lita de Lazari, sí! todas ellas y más!). Me tomó de la mano al llegar a la rivera. "Traje este gilardón", me dijo mientras sacada un sanguche de salame de su bolso. La tarde pasó, cayó la noche y con ella llegaron los primeros arrumacos. Oh, Tolengo! Jamás podré olvidar ese maravilloso día ... anque no te perdonaré haberte despedido con ese "Quedate tranqui, linda, yo te llamo": ya pasaron cuatro años. Y el nene pregunta por el padre.
G
Publicar un comentario